jueves, 29 de noviembre de 2007

Nos acompañará la malaleche en año nuevo????

He escuchado rumores de que en Dieciembre puede haber una alta concentración de personas malaleche en Venezuela...

Seremos capaces de reunir toda la maleleche de diferentes partes del mundo en una fiesta para recibir el 2008????
Propongo Puerto la Cruz... Se que Roberto está ahora allá... Yo tengo espacio si es necesario para hospedar gente...

jueves, 15 de noviembre de 2007

Himno de la Malaleche

domingo, 11 de noviembre de 2007

¡Vanessita en Milano! …o De como una venezolanita pasa roncha en maldita Italia de MIERDAAA (3ra Parte A)

Descubro que los pasajes de bus los venden en una panadería (... :)). “Hmmm, debería aprovechar que puedo pasar la tarjeta de crédito para comprar unos sándwiches, uno no puede vivir solo de helado y chocolates”… ehm… NO… no puedo pasar la tarjeta de crédito, y por supuesto que creé todo un pequeño espectáculo “porque la turista no tiene dinero para comprarse una botellita de agua, un pasaje y un sándwich, tsk tsk tsk”, “yo le pago su botella de agua niña... estos extranjeros pobretones” PUES BIEN… les presento un concepto que introdujo ese ser brillante que tanto admiran: CADIVI… y su consecuencia: ODIAMOS pagar con efectivo. En fin… el infaliblemente amargadísimo señor mayor que atendía, me vendió mis cosas, peeeero, se negó a explicar en dónde quedaba la parada, entre gruñidos señaló vagamente en una dirección.

Tras deambular un poco, adivino que queda más o menos en MEDIO de la calle en donde está una mujer con unas maletas. Luego de esperar bastantes minutos (unos 45…) después de la supuesta hora de partida, llega el bus. Yo era la única pasajera… hasta que en las 2 paradas siguientes entran estas mujeres negras con pelucas catiras vociferando en un idioma muy raro. Ellas no se sientan, ellas se ríen burda y golpean mi asiento, pero yo no me intimido, de hecho… descubrí que era un inglés muy raro, pero inglés al fin lo que hablaban y que yo fingí no comprender para nada. Me divierto un buen rato viendo al chofer por el retrovisor, él sí que tenía cara de miedo… tuvo cara de miedo durante la hora y pico que duró el viaje de la niñas. Le digo al señor en mi mejor español que yo me voy a bajar en el centro de Milano, y él aparentemente está de acuerdo en avisarme cuando lleguemos.

Repentinamente, el tipo me ordena que me baje… yo: Milano?????” y él me responde que sí… que me baje de una vez, muy confundida le muestro el ticket… es decir… estaba como en medio de la nada!!! El centro de Milán no debería verse así… Oh bueno, me bajo a la lluvia, tenía en frente lo que parecía ser, un galpón… y eh!!! Algo familiar! un cartel de Eurolines.

Pasos a seguir:

1) Encontrar un baño para ponerme otra capa más de ropa, estoy medio mojada y hace muchísimo frío.

2) Conseguir un mapa para entender bien en dónde demonios estoy.

3) Comprar el pasaje a Padova de una vez, este lugar no me inspira nada de confianza.

4) Llegar al hostal.

Pues bien… entro al “galpón” y me consigo… con una MULTITUD de jóvenes escandalosos, color predominante: verde. Incomprensible. Huyo por una puertecita y pagando unas monedas, logro ejecutar el paso 1.

Luego de caminar un poco, veo que el único lugar en donde parecen vender mapas, es el kiosco ese poblado de jóvenes ruidosos vestidos de verde… los miro con un poco de asco, por algún motivo los relacioné con individuos montados en machitos con reggaetón a todo volumen, quién sabe cuál sería la conexión (voy a ser la vieja más amargada del mundo, lo sé). Escojo un mapa que indica las estaciones de metro y las líneas, tenía dibujitos. Lindo.

Ahora bien, me acerco a la ventanilla de Eurolines, sonrío y digo: “english? español?”. Buscan a un señor que me informa en itañol, que a pesar de lo que fuese que dijera la página web (... :) ) no existen tales cosas como autobuses para Padova. Orden, extiendo el mapa, y le pregunto al señor: Ehm, en dónde estoy exactamente? El sujeto hace caso omiso a mi dedito que ingenuamente señala hacia el recuadro del mapa rotulado con: Centro (o algo así) y apunta hacia un punto muy, muy a la izquierda y bastante más arriba. “Estás aquí. Tienes que llegar hasta la Stazione Centrale y comprar ahí el pasaje para ir en tren”. Ok, aceptamos entonces, que no, no estamos en el centro como decía mi pasaje de bus, qué carrizo es este lugar???? “Es una estación de metro” Este galpón es una estación de metro????? “Sí… en donde compraste el mapa venden los tickets”. Miro hacia los lados como esperando que un tren apareciese de la nada.

Totalmente confundida vuelvo al detestable kiosco. Abro el mapa y trato de entender. Alguien me dice en español raro: “Oye chiquita, vas a la estación central?” saco la cara del mapa y me consigo con un… hombre, mal aspecto, sucio, cabello largo grasoso, rizado con corte de vallenatero.

yo:“Esteee…”

vallenatero:“Pues, yo te llevo y te explico cómo es todo”,

yo:“Eeeehm”

vallenatero:“Te oí pedir direcciones al lado me pareciste simpática y te quiero ayudar, anda, compra un ticket de un viaje, vente conmigo”.

Una prudente niña de su casa (... :) )no debe ir a un lugar desconocido en una ciudad desconocida, con un tipo desconocido que se ve como un buhonero de Bellas Artes, claro que… qué podría pasarme? Naaaah… además, siempre estaremos en público. Eso sí, aunque me estaba matando la espalda no le cedí mi bulto, como muy “caballerosamente” insistió.

Perfecto, el tipo resulta ser super amable, es dominicano, me explica que vive en Francia… oooh… yo amé Paris… “Paris es horrible! Ahí siempre me tratan como si fuese un indigente” (ok… quién puede culparlos?). Mientras nos montamos al metro me indica cosas importantes, por ejemplo: muchas veces, el metro se parte por la mitad, un vagón sigue derecho y el otro se va por otro lado, así que hay que estar pendiente. Puede suceder también que en realidad el metro no vaya a donde se supone que va… así que hay que prestar atención a las pizarritas digitales. El metro también estaba atestado de gente vestida de verde, y bebían y gritaban. Me cuenta que es algo de fútbol, él no sabe, pero es eso. DIOS… POR QUÉ?. Me dice cómo conseguir pasajes de tren más baratos, intensidades sobre la estación, que él es tatuador y mis piercings son lindos, aquí está mi tlf… por si me quieres llamar cuando regreses a Francia, estaré en Paris unos días… (nosotros lo llamaremos)

Bueh… luego de discutir durante un bueeen rato con una mujer en una ventanilla, logro comprar un pasaje para Padova… uno que sale tempranísimo, total, el hostal queda a exactamente 2 cuadras de la Estación Central, no me costará nada llegar que si a las 6am.

Saco el mapita que dibujé con las simples direcciones para llegar al hostal desde la estación… veo los nombres de las calles en él... Ok. ¿Por qué ninguno coincide con los nombres de las calles que en mi mapa grande dice que salen de la estación? ¿via Salmoiraghi? Yo suelo ser buena con los mapas!!! A todas estas, me doy cuenta, de que debo ser la caraja más robable de la estación. Cuadro: una niña definitivamente extranjera, definitivamente turista, sola, con un bulto full en el suelo, una carterita hippie guindando, un mapa extendido sobre unos 4 asientos, con cara de confusión/arrechera mientras despotrica. Sintiéndome estafada, busco rápidamente el nombre de la calle en el índice del mapa (muy lejos), la estación de metro más cercana a ella, y me regreso por donde vine a enfrentar de nuevo a los idiotas vestidos de verde.

Me bajo del tren, y unos marroquíes tirados en el suelo (buhoneros) me gritan: “Mariiiiiiiiiiiia Mariiiiiiiiiia”, mientras se lanzan y me agarran los pies (????????)… completamente migraña, subo las escaleras para llegar a la superficie… yyy…. LLUVIA!!!!!!!!!!!!!!!!! YEEEEEEEI!!!!!! UN AGUACERO!!!!!!!!!!!!!!!!! Ya estaba resfriada, no iba a hacer eso de nuevo, así que me tragué mi orgullo, regresé y le compré un maldito paraguas de 12 euros a uno de los buhoneros marroquíes.

De nuevo en el exterior, ya bajo mi paraguas, con el mapa extendido ante mí, memorizo la ruta y llego exitosamente al hostal. Intentando ignorar que todo está aquí también infestado de verde, coloco mis cosas en mi locker y voy hasta la habitación. En una de las camas de al lado estaba una japonesita (no, no era linda, no, no era sexy), le pregunte que a donde debía ir primero? Sí… de algún lado me quedaban energías. Luego de una serie de “I LOOOOOOVE MILANO” y “I LOOOOOVE SHOOOOOPPING” (con voz de CandyCandy como diciendo “Teeeeeerry” “Aaaaaaanthony”) me dice que debo ver el Duomo, pero que tenga cuidado, la ciudad es muuuuy peligrosa. Pues bien… Duomo.

Luego de otra travesía en metro entre los fucking tipos verdes… subo las escaleras para salir de la estación… y viendo hacia arriba se descubre lentamente una realmente hermosa e impresionante construcción, no puedo no sonreir maravillada… hasta que termino de subir y veo que solo se ve la cúspide del duomo… de la mitad para abajo está CUBIERTA DE PUBLICIDAD… y la plaza está LLENA de botellas y latas y miles de idiotas verdes bebiendo y gritando y bailando… FELICES!!!!!!!!!!!!! Oooooooh… sentí deseos de morir!!!!!

Calma, autocontrol… entré a la catedral… genuinamente buscando PAZ… quién lo diría… luego dí vueltas por ahí y para alegrarme una gente muy amable me dio volantes sobre la cienciología. Al regresar al hostel me dí cuenta de que no podía bañarme, porque hacía un frío del demonio, no había agua caliente, yo no tenía secador de cabello (mi cabello sirve como que para arroparme todo el cuerpo, no fue por necedad esta objeción) y la toalla que podía comprar en el hostel era del tamaño de una toallita de gimnasio. Muy desesperada pagué el fee para usar una compu: estos son extractos de los mails que escribí esa noche:

A mi amiga Chris:

“hola estoy maltripeando... si la cosa no mejora me regrso a paris... odio a los italianos

odio el fucking futbol de mierda y la ciudad esta como que llena de fanaticos... desde que llegue en esta mierda ha estado lloviendo”

A mi amigo Maxi, el que si recuerdan de la parte 1 de este cuento, vive en Milán pero en el trabajo lo mandaron a USA:

”hola, estoy en milan en un hostel

ODIO esta mierda

tenias razon, mala idea venir a italia, y ademas tuve la brillante cosa de venirme sola”

Luego de eso, me acosté a dormir en mi dura cama, en medio del terrible ruido de la noche de hostel, risas de fanáticos, sonidos de maletas golpeando contra las escaleras y como… billar???

Así concluye mi primer día en Milán.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Video prohibido

Horror! Sacrilegio! Fantasia!

lunes, 5 de noviembre de 2007

Malaleche ajena

Para que vean que rafa no es la unica victima de SAA. Ademas de perder bultos, tambien ofrecen su servicio de extravio de sillas de ruedas ...